martes, 27 de octubre de 2009

Querida viuda...

Es de auténtica valentía ir a trabajar en las gélidas madrugadas de invierno, en un lugar de la Sierra Callada, con paso firme y por un paupérrimo sueldo. Sola, y en silencio. Sin poder llevar luto. Sin poder enterrar a tus muertos. Tienes que alimentar a tu familia, no puedes permitir ser la siguiente que pierda la vida en aquella fatídica tapia. No puedes ser un cadáver más en una cuneta perdida. No recuerdes. No sientas. No llores. Aquí todos callan. Hay miedo, mucho miedo.

“Llegarán tiempos mejores”, o eso pensabas- pero tú, querida viuda de la Sierra Callada, sabes que la cuesta se hace eterna. Ahora en tu sillón miras al horizonte con la cabeza alta, pero tus ojos se nublan. No temas, fue demasiado tiempo. Te robaron cuatro décadas de tu vida, pero no la dignidad. Ahora tus bonitos ojos verdes miran al futuro con esperanza. Tu pasado está en un tarro de cristal. Lo sé… tienes miedo de abrir la caja del recuerdo, miedo por recordar muchas penurias que tan sólo tú sabes. Querida viuda, nunca olvides a aquellos que murieron, nunca olvides la sangre, el dolor y el llanto. No dejes que vuelva a reinar en tu vida el miedo. Tampoco será compañero de vida nunca más el silencio. Preciosa, puedes cerrar los ojos tranquila. Ojos de esmeralda, al fin… ¡has enterrado a tus muertos!
Por la dignidad que todo ser humano tiene de ser enterrado dignamente. Por todas las personas que siguen enterradas en una cuneta perdida- tal vez próxima a tu casa. Porque no nos gustaría que fueran nuestros familiares los que están ahí. Por la justicia. Porque observo con ojos incrédulos que haya personas que se opongan a algo tan humano. Para concluir, nada mejor que las palabras de Victor Manuel.... ¿Cómo voy a olvidarme?
-Absurda Cenicienta-

domingo, 18 de octubre de 2009

¿Por la mujer?

En primer lugar, les quería dar las gracias por pasarse por mi blog y comentarles que aquí continúa el blog de 'Enemigos Íntimos' que inicié en enemigossintimos@blogspot.com que, por problemas técnicos, ya no actualizaré más.

Este blog es la válvula de escape para expresar mi visión sobre la vida, un punto de vista nada subjetivo, todo sea dicho de paso. Si alguien les dice que la objetividad existe, no vuelvan a confiar en esa persona. Es imposible abstraerse de nuestros conocimientos y sentimientos cuando nos sentamos frente a un teclado. Nuestras convicciones conforman la pirámide de nuestra existencia y hacen que cada persona sea única. Por tanto, muy al estilo Iñaki Gabilondo les diré que en este blog podrán leer mis ideales, mis reflexiones y mis verdades. Y a mi, me encantaría conocer las suyas.

Una vez hechas las presentaciones pertinentes me gustaría estrenar este nuevo blog con la manifestación en contra del aborto que acogió Madrid el pasado 17 de octubre. Cerca de un millón de personas- según fuentes organizadoras y de la Comunidad de Madrid- se acercaron hasta la Puerta de Alcalá para iniciar una marcha que concluyó en la Plaza Colón. Una marea de mujeres, hombres e hijos con camisetas con el lema: 'Cada vida importa' recorrieron las calles de Madrid. Con esta actuación criticaban las medidas propuestas por el gabinete de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, para modificar la ley de plazos sobre el aborto.

Al evento acudieron destacados dirigentes populares como María Dolores de Cospedal, Ana Mato, Jaime Mayor Oreja o el archienemigo de la vida, Jose María Aznar. Los conservadores, que parece que tan sólo tengan una batalla pendiente con el aborto cuando no gobiernan ellos, reclamaron al gobierno que se escuche a la ciudadanía y "dejen a un lado la soberbia". Es cuanto menos chocante que sean aquellos que mandaron a las tropas españolas a Irak sin el consentimiento de los vecinos y de la ONU, los que ahora pidan "por el bien de la mujer" que se escuche al pueblo y no se siga adelante con la reforma de la ley del aborto.

Y digo yo, ¡esta gente tiene un problema muy serio de confianza! Cuando se propuso la ley del divorcio, así como la primera ley del aborto, los populares criticaron las propuestas. Y luego, tomaron la manzana prohibida y acabaron cometiendo los mismos “pecados” que el resto de mortales. Luego llegaron las famosas manifestaciones en contra del matrimonio entre homosexuales. Lógico que personas como Álvarez Cascos, tan fieles al matrimonio, no quisieran que este concepto perdiera su valor primitivo. Y ahora de nuevo, la reforma de la ley del aborto. ¿Qué les ocurre? ¿No confían en ellos mismos? ¿Creen que van a volver a caer?


Espero que llegue el día en el que seamos lo suficientemente adultos para entender que, porque se amplíen las libertades para que aquellas mujeres que se encuentren en una situación complicada tengan el derecho de abortar, todas las mujeres no tiene por qué abortar. Al igual que porque una pareja se pueda divorciar no lo hacen todas o, porque puedan casarse parejas homosexuales no cambiamos todos de orientación sexual, tampoco vamos a acudir todas las mujeres en masa para abortar. Abortar no es algo agradable, es una intervención que cala en lo más profundo de una mujer a nivel psicológico y, en muchas ocasiones, deja marcas físicas. Y, desde luego, a nadie se le puede obligar a hacerlo. Sin embargo, hay que luchar para que todas las mujeres tengamos los mismos derechos, independientemente de nuestro estatus o nivel económico. Sepan ustedes, señores del Opus Dei, que no todas las chicas pueden ir a abortar a Londres sin que los demás vecinos lo sepan.

Un año más y una esperanza menos de avanzar hacia el futuro, hacia los derechos y hacia la independencia real de la mujer. Porque todavía somos muchas las mujeres que pensamos que...

¡¡NOSOTRAS PARIMOS, NOSOTRAS DECIDIMOS!!
Y desde luego, no necesitamos que hombres que siguen creyendo en una sociedad patriarcal, nos digan lo que es bueno o no para las mujeres.

Absurda Cenicienta