miércoles, 29 de diciembre de 2010

Nos vemos en 2011.

¿Para qué inventar frases para ocupar espacio si no podemos superar algo ya escrito? Me despido del blog por este año con un tema precioso de Revólver. No puedo estar más de acuerdo con él y dudo que pueda expresarlo mejor... Odio.

Odio a los violentos que golpean encubiertos por la ley a sus familias en sus casas,
no soporto a los mosquitos ni a las ratas, ni el olor a sucio del que no se lava,
odio al que se juega sin escúpulos su sueldo en una máquina del bar,
no soporto a los que acuden los domingos a la Iglesia y el lunes son peor que Satanás.

No me gustan las cadenas ni los lazos,
no me gustan las fronteras ni los visados,
no me gustan los anzuelos, ni las balas,
ni la ley sin la justicia en el que manda.

No soporto los que dicen la letra con sangre entra, con la sangre yo no pienso negociar.
Odio a los torturadores, pistoleros y asesinos les deseo cien años de soledad.
No soporto a los que hablan siempre a gritos desde el móvil nada más aterrizar el avión,
odio a los gallitos de gimnasio porque siempre desprecian mi sudor.

No soporto a los ases del volante que a volar a dos cuarenta le llaman factor riesgo,
me parecen reprimidos y egoístas porque exponen mi pellejo y tu pellejo.
No soporto a los perros de la guerra porque se corren disparando su cañón,
odio a los DJ's asesinos porque siempre me joden la canción.


Gracias a las personas que han hecho de este 2010 un año especial.
En especial a ti, aunque no acostumbres a leer este espacio, por enseñarme a ver el cielo más azul.

Nos vemos en el 2011.

Absurda Cenicienta

sábado, 25 de diciembre de 2010

Navidad.

Navidad, Navidad.
Cuando llegan estas fechas suelo hacer un repaso de lo que ha significado para mi el año que va concluyendo. Un ejercicio de reflexión.

Vorágine de emociones y sentimientos. Querer y no querer. Demasiadas cosas en la cabeza. Ganas de gritar, parar el tiempo y bajarme por unas horas de este mundo loco, para respirar profundamente y meditar. Desilusión y gratas sorpresas. También alegría y sonrisas. Miles de notas musicales. Un manto estrellado. Miradas cómplices con las que compartir los momentos más especiales. Lágrimas y carcajadas. Nostalgia por momentos pasados y esperanzas en futuros. Felicidad por el presente y muchas ganas de reivindicar. Manos amigas para dar un paso firme. Confianza. Ternura.

2010 ha sido un año difícil. La tasa de desempleo ha alcanzado cifras históricas, han muerto muchas personas en catástrofes naturales en Haití y Chile, entre otros países, han aumentado los casos de corrupción, personas que ya no están con nosotros (haré una pequeña mención a Labordeta y Marcelino Camacho), censura en el Sáhara y sigue existiendo una enorme desigualdad entre el 'primer' mundo y los países menos desarrollados.

Sin embargo, también ha sido el año de la solidaridad. Parece que al menos por unas semanas la información sobre Haití, Chile o el Sáhara ha desvancado a la información deportiva. También tenemos que celebrar que los deportistas españoles han triunfado en sus categorías- lástima los casos de presunto dopaje que tiñen las páginas de prensa en estos días. Hemos salido a la calle para denunciar la cruenta presión a la que está sometido el pueblo Saharaui, hemos lamentado la merma de libertad de expresión para los medios de comunicación en Marruecos. Hemos visto cómo los 33 mineros chilenos conseguían ver la luz del sol en el campamento Esperanza. Seguimos siendo líderes en donación de órganos. Se ha hecho justicia con el premio de Vargas Llosa. No hemos tenido que lamentar ninguna víctima mortal por la banda terrorista ETA. Los sindicatos han salido a la calle para criticar las medidas anti-crisis del gobierno. Hemos aprobado la Ley Anti-Tabaco y denegado la Ley Sinde.

Me quedan muchas cosas en el tintero, 365 días dan para mucho. En este próximo 2011 saldremos al mundo laboral nuevos licenciados, como es nuestro caso, querid@s compañer@s periodistas. Ojala tengamos la suerte, la ilusión y las ganas de cambiar los titulares de los medios. De ser portadores de un cambio. Poder hablar de la salida de la crisis, de la esperanza de las familias que se ven al final de un laberinto sin trabajo, de un planeta sano, al que cuidemos y mimenos entre todos. Un mundo donde no existan las guerras ni la limitación de la libertad de expresión. Un mundo donde no existan las fronteras, cuya bandera sea la tolerancia y el himno la solidaridad.

Otro mundo es posible. Tot es possible hui...

FELIZ NAVIDAD. BON NADAL.

Absurda Cenicienta.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Satisfacción.

Esperanza.
Trabajo.
Esfuerzo.
Equipo.
Mails.
Documentación.
Realización.
Estrés.
Caos.
Y, al final: satisfacción.


No estamos todas las personas, ya que faltan Monti, Pau y Noelia en la foto.
Sea como sea, buen trabajo, equipo.

Absurda Cenicienta

domingo, 12 de diciembre de 2010

Camarillas...

Porque te necesito y te sé lejos.
Recuerdo de una entrada de mi antiguo blog.

Un manto de estrellas sobre nuestra cabeza.
Tiempo para tomar instantáneas de paisajes increíbles.
Todo el tiempo por delante para respirar aire no contaminado.
Horas y horas para recorrer montañas que un día fueron mar.
Escondite. Historia.
Que el instante se detenga, quiero bailar hasta que los pies no puedan más.
Sentir el frío de la noche y la rosada de la madrugada.
Una bonita puesta de sol o un amanecer de postal.
Miles de estrellas para iluminar las carreteras con una compañía sublime.
La tropa que nunca cambia, la que nunca falla.
Por las palabras a teclas de distancia, por sentirnos cerca a kilómentros.
Porque Teruel- Castellón- Valencia y Zaragoza están conectadas.
Porque es algo especial.

Emoción en estado puro.
Quiero volver.
Absurda Cenicienta

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Caos en el aire.

Hoy es día 8 de diciembre, día de la Purísima o de la Inmaculada Concepción. Para una gran parte de la población tan sólo es un día de fiesta. Y, para la gente más afortunada hoy es el broche final a uno de los puentes más esperados del año. Sin embargo, miles y miles de personas lo recordarán por el caos, las cadenas hoteleras por el desastre y las pérdidas y algunos periodistas por la cantidad de horas en antena, aguardando a ver el siguiente paso.

El viernes por la mañana, la directora de navegación aérea, Carmen Librero, mandó a los controladores aéreos una carta diciéndoles que las 1.670 horas anuales que tienen que trabajar, todas deben de ser de control efectivo. Vamos, que como la mayoría de profesiones, no pueden cobrarlas como horas extras. Por tanto, los controladores pasan de trabajar 1.200 horas anuales y cobrar hasta las 1.670 como extras, a trabajar todas esas como obligatorias. Esto también lo confirmó horas más tarde el decreto aprobado por el Consejo de Ministros.

A partir de entonces comenzó el caos. Los controladores de Barajas pidieron bajas médicas para tener una regulación rate; es decir, dejando al aeropuerto sin operaciones. Sin embargo, era mucho más que eso. Se trataba de una huelga encubierta, ya que los afectados estaban celebrando una asamblea extraordinaria en el hotel Auditórium. Por tanto, se rieron de dos derechos fundamentales de la clase trabajadora: el derecho a huelga y del derecho a una baja por enfermedad. ¿Qué pasaría si ustedes pidieran una baja por enfermedad y su jefe o jefa les encontrara de parranda? Se trata de una mentira que puede comportar una sanción grave, incluso el despido.

No fue una huelga, porque las huelgas deben convocarse con un mínimo de 48 horas y ofrecer unos servicios mínimos. ¡Qué poca vergüenza! En un momento de crisis estatal, con unos sueldos muy superiores a la media española (igual da que sean 150.000 anuales, que 300.000), hagan esto porque les hacen tener reguladas las horas extras, mientras juegan con la ilusión de la gente que se va de vacaciones tras ahorrar mucho y con la esperanza de la gente que viajaba por una causa médica.

Y, desde luego, cara dura no les falta, ya que hicieron todo a través de una baja médica, sin tener la valentía de hacerlo a través de una huelga y perder un día de trabajo, con lo que ello conlleva. Además, cerraron el espacio aéreo a miles de personas, no permitiendo la libre circulación. Y, para más inri, había personas muy enfermas esperando ese trayecto para tener una nueva oportunidad y esperanza.

Por la noche el Gobierno militarizó el aeropuerto y los controladores estaban bajo las órdenes del Ejército. A las 24 horas comenzó a haber servicio, los enfermitos que habían pedido bajas se recuperaron inmediatamente. Y, por ahora, hay más de 400 expedientados.

En mi humilde opinión, creo que toda esta gente tiene que asumir las consecuencias de sus acciones. De haber dejado a la gente sin vacaciones. De hacer que las cadenas hoteleras hayan perdido tantísimo dinero en un puente que se presentaba como esperanzador. De haber dejado a gente sin recibir tratamientos médicos. Por haber chantajeado al país entero.

Absurda Cenicienta.