jueves, 7 de julio de 2011

Pensando en Clarissa

No tenía más que mirarse al espejo. Éste le devolvía la imagen de una mujer guapa y elegante, cubierta de joyas y tejidos de alta costura. Frotaba sus ojos una y otra vez. Ahora era una mujer dura, arrogante y puritana. No tenía nada que ver con aquello que fue en su juventud. Siempre había soñado con ser libre para recorrer el mundo sin depender de nadie. Buscaba que sus acciones manifestaran rebeldía, una dosis de descaro que mostrara que estaba dispuesta a todo para romper con lo establecido. No iba a conformarse con vivir como su madre. Ella pondría punto y final. Iba a ser diferente; una mujer del nuevo siglo, ajena a las exigencias de la sociedad. De repente escuchó una risa. Se oía cerca de su antigua cómoda. Descubrió una foto de hace muchos años apoyada en la pared. El tiempo se reía de ella. Ahora estaba casada con un reconocido arquitecto, su título universitario colgado en alguna pared de aquella inmesa casa y su única preocupación era su familia y la cocina.


Ideas surgidas al recordar "La señora Dalloway" de Virginia Woolf.
Hay tantas Clarissa Dalloway...porque nunca renunciemos a nuestros sueños e ideales.
Absurda Cenicienta

No hay comentarios:

Publicar un comentario