jueves, 21 de julio de 2011

Cuidado con las compañías, president...

Francisco Camps dejó ayer el cargo como presidente de la Generalitat Valenciana una semana después de que el juez Flors decidiera que se sentara en el banquillo de los acusados por la causa de los trajes. No es el único que está imputado por dicha causa, ya que también lo está Ricardo Costa, Betoret y Víctor Campos. Tras una sesión de idas y venidas, de intentos de ir o no ir, de llamadas desde Génova para que los cuatro pagaran la multa para evitar el juicio... Camps dimitió. No sabremos nada sobre la línea roja entre Camps y Rajoy, ni las mediaciones de unos u otros. Eso queda entre ellos.

Lo que sí sabemos es que el 'molt honorable' ex president dejó en la estacada a Betoret y Campos que acudieron por la mañana a hacer efectivo el pago de la multa. Así como a su abogado, que estuvo esperándole varias horas en el juzgado. Costa parece que escarmentado por haber sido la cabeza de turco, decidió esperar a que Camps también pagara. Tras reabrir las puertas del TSJ esperando el coche oficial del 'curita', tuvieron que volverlas a cerrar porque parece que Camps se había arrepentido. Al final a las 5 convocó una comparecencia.

Para cerrar la era Camps por la puerta grande lo hizo en su línea: censurando a los medios de comunicación. Ni pudieron retrasmitir la dimisión en directo, ni se concedió ninguna pregunta. 'Dicen que es una rueda de prensa, pero no lo es'. Famosa frase de los y las periodistas valencianos tras una comparecencia de Camps.

El ex president Francisco Camps dimitió para así poder centrar sus esfuerzos en su defensa para demostrar su inocencia en el juicio que se celebrará el próximo otoño. Con un discurso floreado donde no faltaron referencias al sacrificio ni a los miserables, tan sólo le faltó un 'vixca la Mare de Déu' para evocar el pregón de una Fallera Mayor.

Hay quien dice que es cosa de tres trajes, pero no es así. Fueron 59 piezas, 40.000 euros en regalos y 8 millones en contratos para Orange Market. La causa de los trajes es tan sólo la punta del iceberg de una época dorada para los políticos valencianos. Aunque Camps saliera inocente del juicio en otoño habría ganado tan sólo una batalla, pero no la guerra. Queda la investigación por la financiación ilegal (Costa, Rambla, Serra, Ibáñez, García y Bárcenas), la imputación por tráfico de influencias de Carlos Fabra, el caso Brugal (Ripoll, Ortiz, Castedo y Alperi), la depuradora de Pinedo y las obras del jardín de Monforte. Por no hablar del señor Cotino y las cifras astronómicas de su legado y empresas familiares.

Todos ellos amparados por el hasta ayer president de la Comunitat Valenciana. No voy a hablar de la aplicación o falta de aplicación de la Ley de Dependencia, de la manipulación de Canal 9, ni de la situación de la sanidad y educación pública (ni de sus modelos público-privados). Tampoco comentaré nada del accidente de metro de 2006, con un resultado de 43 muertos y 47 heridos. Víctimas a las que Camps se ha negado a recibir.

No hablaré de nada de eso, porque Camps nos ha traído la Ciudad de las Artes y las Ciencias (que triplica su presupuesto inicial) y la tan necesaria Fórmula 1 y America's Cup.

¡Gracias president! Gracias por haberte sacrificado y dimitido.
Por lo de 'molt honorable' no sufras, se ve que no está de moda en el País Valencià.
En la próxima vida, cuidado con las compañías.

Absurda Cenicienta

martes, 19 de julio de 2011

Triste despertar...

Con la ventana abierta dejo que el aire despeine mi cabello, que el dulce aroma del estío inunde mi habitación. Me gusta el olor a tierra mojada. Un simple soplo me transporta a mi pequeño paraíso, la Sierra Callada. Hay quien la ha rebautizado como Sierra Encantada. En mi cabeza resuena una y otra vez la voz de Sabina tarareando aquello de "llueve sobre mojado". Permito que la lluvia empape mi brazo. Mi piel se eriza. En silencio bajo las escaleras y salgo de casa. El agua comienza a calar en mi pijama. Se dibuja mi cuerpo tras una fina tela empapada. Salto sobre los charcos con los pies desnudos. Es lo más parecido a la libertad. Alejarme de los horarios que controlan mi vida y olvidarme por unos instantes de la absurda rutina. De repente, comienzo a toser sin parar. Me garganta se irrita. Y, desgraciadamente, vuelvo a la realidad.

El mundo árabe sigue luchando ante la resistencia de dictadores como Mubarack o Gadaffi. Cae el dueño de los grandes medios británicos. Murdock, íntimo amigo del ex presidente José María Aznar, es detenido por escuchas ilegales. Cae su número dos y, a la semana siguiente, encuentran muerto al primer periodista que denunció los hechos. El FMI alerta de la crisis del euro, que puede contagiarse al resto de los mercados.

Una nueva víctima de la violencia machista. Otra más y, a buen seguro, no será la última de esta lacra. El juez Flors decide que Camps se sentará en el banquillo de los acusados. Fórmula 1 pero la Comunitat Valenciana sigue sin presupuestos para educación y sanidad pública.

En fin, con tanta "buena" noticia, tal vez sea mejor abandonar de nuevo la realidad. Al menos, por unas horas. De soñar va la cosa...

Absurda Cenicienta

jueves, 7 de julio de 2011

Pensando en Clarissa

No tenía más que mirarse al espejo. Éste le devolvía la imagen de una mujer guapa y elegante, cubierta de joyas y tejidos de alta costura. Frotaba sus ojos una y otra vez. Ahora era una mujer dura, arrogante y puritana. No tenía nada que ver con aquello que fue en su juventud. Siempre había soñado con ser libre para recorrer el mundo sin depender de nadie. Buscaba que sus acciones manifestaran rebeldía, una dosis de descaro que mostrara que estaba dispuesta a todo para romper con lo establecido. No iba a conformarse con vivir como su madre. Ella pondría punto y final. Iba a ser diferente; una mujer del nuevo siglo, ajena a las exigencias de la sociedad. De repente escuchó una risa. Se oía cerca de su antigua cómoda. Descubrió una foto de hace muchos años apoyada en la pared. El tiempo se reía de ella. Ahora estaba casada con un reconocido arquitecto, su título universitario colgado en alguna pared de aquella inmesa casa y su única preocupación era su familia y la cocina.


Ideas surgidas al recordar "La señora Dalloway" de Virginia Woolf.
Hay tantas Clarissa Dalloway...porque nunca renunciemos a nuestros sueños e ideales.
Absurda Cenicienta