miércoles, 16 de febrero de 2011

Amistad sin fronteras

El ser humano es un ser social de manera innata. Por tanto, no es de extrañar que necesitemos sentirnos parte de un grupo. Me llama la atención la cantidad de gente que se hace fan de grupos en redes sociales como Facebook. Algunos de ellos son muy originales pero, ¿realmente tenemos la necesidad de gritar a los cuatro vientos que íbamos a sacar punta a la papelera para hablar con nuestras amigas? ¿Es necesario que se reivindique el papel que juega el plastidecor de color blanco? O, ¿para qué hablar de lo mal que lo pasamos con Marco y su mamá?

Porque somos personas, así de sencillo. Porque necesitamos dejar constancia que todas esas 'chorradas' en algún momento también se nos han ocurrido a nosotros o a nosotras. Es más, porque nos gusta sentirnos parte de un grupo, para sabernos dentro de un colectivo generacional con el que tenemos muchas cosas en común.

Es interesante los lazos que podemos llegar a sentir con las personas a través de la pantalla del ordenador. Gracias a compartir el gusto por un artista, por una corriente ideológica, por la moda... Sé lo que es eso. Sé lo que es sentirte querida en una realidad paralela con amigas y amigos increíbles, porque pocas veces se discute a través de la red. Los problemas empiezan con el paso de los días, los roces, las reacciones. Entonces, ¿puede ser posible una relación exclusivamente a través de la pantalla? Claro que lo es.

Es muy fácil dejarse llevar cuando se tiene una situación complicada por no sentirse parte de un grupo en nuestra entorno. En Internet puedes encontrar a las personas perfectas: gente con tus mismos gustos y, además, sin discutir. ¡Menuda maravilla! Yo tuve muchos contactos con los que compartía mi afición por un cantante pero, después de muchos años, de todas esas personas tan sólo mantengo relación con cinco de ellas.

Son unas niñas extraordinarias, especialmente dos de ellas con las que más hablo a menudo. Nos conocemos desde hace más de seis años, los años más complicados (la adolescencia), y hemos confiado unas en otras cuando hemos tenido algún problema. A teclas de distancia sabía que ellas estaban ahí y, lo más importante, que siguen allí. Una catalana y una mallorquina preciosas que saben que son únicas y les quiero muchísimo.

De setenta contactos que tenía, en la actualidad cuento con el cariño incondicional de dos. Podría haberme quedado sin amigas en mi ciudad, pero no fue así. Por eso es importante valorar el esfuerzo que hacen las personas con las que compartimos el día a día porque si siguen ahí, después de tanto tiempo, es porque somos importantes para ellos o ellas.

Esta entrada brinda por la amistad, especialmente por la mía. Por mis amigas y amigos: de mi ciudad, de mi pueblo, de la universidad y también a mi catalana y mallorquina. Gracias por todo lo que me habéis demostrado y por estar ahí.

Un abrazo...
Absurda Cenicienta

3 comentarios:

  1. La amistad es uno de los valores más importantes de la vida!!
    Desgraciadamente o afortunadamente se pueden contar con los dedos de una mano, pero sabes q esas personas, las veas a menudo o no, siempre estarán ahí para lo bueno y para lo malo.
    Tu ya sabes que para mí, aún después de tantos años, eres un pilar fundamental en mi vida.
    Gracias por ser como eres.
    SARA

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  2. qué regalo la amistad! Me doy por incluida en esta entrada y tenía que comentar y devolverte las gracias, el abrazo y un besote bien grande!

    Tienes razón, el facebook, intenet, antes los chats... ahora los blogs... te ofrecen conocer gente de otras ciudades, de otros países. Yo lo estoy experimentando en mi blog y es una alegría saber que tienes gente que te ayuda, te da consejos...

    aunque los verdaderos amigos se pueden contar con los dedos de una mano, cuando tienes uno de esos dedos tienes que cuidarlo como un tesoro!

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  3. Yo necesito saber quién es ese cantante y entonces te confesaré el mío ;)

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