Esta semana tenía que dedicarle una entrada al Dr. Manuel Patarroyo. Este investigador colombiano ha conseguido dar un punto de optimismo: la clave de la vacuna contra las enfermedades infecciosas. El científico fue el responsable del desarrollo de la vacuna de la malaria en los años ochenta. La posibilidad de producir dicha vacuna era una gran oportunidad para grandes empresas farmacéuticas que no dudaron en hacerle ofertas millonarias al colombiano. Sin embargo el Dr. Patarroyo, dedicado al bien común, decidió donar los derechos a la OMS con la única condición de que la vacuna se desarrollara en su país.
El investigador recibió la negativa de su país a la hora de financiar sus proyectos y, con los años, vio como la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia se iba quedando sin recursos. Hasta seis años estuvo sin financiación estatal la entidad creada por el científico. La Caja de Ahorros de Navarra y la Agencia Española de Cooperación han contribuido de manera generosa en parte de la financiación de su proyecto y esta semana hemos recibido una agradable noticia: un nuevo hallazgo.
¿En qué consiste? El descubrimiento de los científicos de la Fundación consiste en el hallazgo de los principios químicos y las bases estructurales que permitirán fabricar vacunas sintéticas para más de 500 enfermedades infecciosas que matan a cada año a cerca de 17 millones de personas.
Este es un punto de partida, enhorabuena y gracias por el trabajo de todo el equipo. Todo un ejemplo de valores éticos y trabajo constante que les valió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica en 1994 y, el Premio Príncipe de Viana a la Solidaridad este año, por lo que visitará nuestro país para recoger el galardón en el mes de mayo.
Grande hasta decir basta. Por muchos Patarroyos.
Absurda Cenicienta