martes, 8 de marzo de 2011

Día de la Mujer Trabajadora

8 de marzo. Un año más el calendario nos avisa: hoy toca movilización. ¿El motivo? Es el día de la Mujer Trabajadora. Esta fecha se lleva celebrando desde hace 100 años y, a lo largo de todo este tiempo, hemos conseguido alcanzar nuevas metas en materia de igualdad. Sin embargo, ¡qué lejos queda la igualdad plena!

Soy joven, tengo 22 años y he crecido en una España más democrática y abierta que mis padres. En casa trabajan tanto mi padre como mi madre, todas mis tías también lo hacen, los hombres de mi familia comparten tareas domésticas y todas ellas han conseguido promocionar en sus carreras profesionales. Mi novio no tuvo que pedir permiso a mis padres para nuestra primera cita y en casa ven como algo natural que pueda salir con mis amigos y amigas, indistintamente. He vivido en un ambiente abierto y me han educado en el feminismo. No como una ideología radical, sino como un sentimiento interior para luchar porque las féminas vayamos alcanzando nuevos propósitos. Y para que los exijamos, desde luego, que estamos en el año 2011...

Para que en países tan 'desarrollados' como España las mujeres podamos optar a más puestos directivos (la cifra ronda el 20%). Para que las mujeres tengamos un salario equivalente al de los hombres (todavía seguimos un 15% por detrás). Para que las mujeres podamos seguir compaginando la maternidad y nuestro desarrollo profesional sin renunciar a uno de ellos con leyes que nos protejan y nos den más seguridad. Para que las mujeres maltratadas estén amparadas y se cumplan a rajatabla las medidas de alejamiento.

Para que en otros países donde el rol de la mujer todavía está ligado a las labores domésticas y a la familia. Donde no pueden salir de casa sin que un varón les acompañe. Donde no pueden mostrar su rostro u otras partes de su cuerpo. Para que en todos aquellos sitios donde siguen oprimiendo a las féminas, se apoye a nivel internacional a aquellas que están luchando porque la situación cambie. Para que sean libres.

Para que tengamos la oportunidad de demostrar lo que valemos y podemos llegar a valer. Para que entre mujeres y hombres no haya diferencias sociales.

Para que las ganas de reivindicar la labor de las mujeres no sea de un día, sino de los 365 días del año. Aun así... deseo que este sea un gran día para todas esas niñas, chicas, mujeres adultas, madres, hijas, abuelitas, tias, primas, amigas, compañeras, novias, nueras, suegras, cuñadas. Por todas vosotras, preciosas... FELIZ DÍA.

Os hago un pequeño regalito por este día, un precioso poema que llegó a mis manos hace tiempo. Disfrutad de la magia de Mario Benedetti.

Absurda Cenicienta

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