Mucha gente se reía cuando éramos ricos, cuando triplicaban los presupuestos en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, cuando pagaban 15 millones de euros por un pre-proyecto. Cuando invertían tus impuestos y los de tod@s en parques de atracciones ruinosos o en grandes obras faraónicas que la mayoría no podía difrutar. También en hospitales públicos de gestión privada. Nadie parecía inmutarse, la oposición valenciana dormía y la ciudadanía vivía al día. Parecía que los que se/nos quejábamos eran/eramos unos exagerad@s o que la crítica se hacía por el color del gobierno de turno.
Y ahora, ¿qué? Enhorabuena,ya somos importantes. Estamos en el mapa, como decían ayer. Nos han tenido que rescatar por nuestra pésima gestión. Y...¿no va a haber responsabilidades políticas? ¿No os preocupa la situación de la Comunitat? ¿No vamos a salir a la calle? Porque ante los recortes en educación y sanidad no existe ideología ni objetividad. O no debería...¡¡es nuestro futuro!!
Os dejo con unas palabras del periodista Ignacio Escolar, aunque podéis leer a esta Absurda Cenicienta en julio de 2010 para ver que ya se veía venir.
En la Comunidad Valenciana no hay dinero para la ciencia. La Generalitat ha recortado 4,4 millones de euros al Príncipe Felipe, uno de los centros de investigación punteros de España, que ha tenido que despedir a más de la mitad de sus científicos. Sí hubo dinero, eso sí, para pagar 15 millones a Santiago Calatrava por la maqueta y el proyecto de unas torres jamás construidas. O para darle cinco millones al talonmanista Urdangarin.
En Valencia no hay dinero para la educación. Hay 450 colegios al borde del cierre porque la Generalitat les debe 50 millones. Sí hubo dinero, eso sí, para construir el único aeropuerto peatonal del mundo, el de Castellón: ha costado 150 millones de euros y aún espera su primer avión.
En Valencia tampoco hay dinero para que funcione la administración más arruinada de España, gobernada desde 1995 por el PP, y la que Rajoy ya ha tenido que rescatar. Según FEDEA, la Comunidad Valenciana es la mayor responsable de la desviación del déficit público: sólo ella se lleva el 21% del agujero imprevisto de todas las autonomías. Sí hubo dinero, eso sí, para faraónicos estudios de cine, carreras de Fórmula 1 o ruinosos parques de atracciones.
En Valencia no hay dinero, y por eso quebró la CAM, quebró el Banco de Valencia y Caja Madrid tuvo que rescatar a Bancaja. Sí hubo dinero, eso sí, para pagar sueldos millonarios a quienes arruinaron estas cajas: gestores políticos nombrados por el PP.
En Valencia no hay dinero, y por eso han bajado los sueldos a los funcionarios, han gravado con 4,8 céntimos cada litro de gasolina y han subido el IRPF. Sí hay dinero, eso sí, para perdonar a las grandes fortunas el impuesto de Patrimonio: son 75 millones de euros al año que les deben de sobrar.
Me indigna que a mi madre le hayan recortado 419 euros al mes. Me molesta, porque sé que ese dinero es importante para mi familia. Son 4.000 euros menos al año, que se dice pronto. Pero también soy consciente de que es funcionaria y que ella no va a perder su trabajo y en un momento de crisis tenemos que ser solidarios. Por ello me parece un dinero muy bien invertido si sirve o ayuda a mejorar la situación. Y, desde luego, me indignaría mucho menos si supiera que el tijeretazo que van a sufrir los docentes y profesionales de la salud de la Comunitat Valenciana, también lo sufrirán los políticos que con sus ideas de grandeza nos han llevado a esta situación.
Porque de esos recortes, por el momento, no he oído nada. Sigo a la espera... Porque ellos son los que deberían de dar ejemplo y ser los primeros en asumir sus propios recortes.
Absurda Cenicienta
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