María, ¿qué es la vida?

Este año tuve la oportunidad de conocer a una mujer increíble gracias a un concurso al que me presenté junto a otros compañeros y compañeras de la universidad. Me gustaría compartir con tod@s vosotr@s la vitalidad que desprende al hablar de la vida.

Serena por fuera pero un huracán por dentro. Un auténtico volcán en erupción con denominación de origen. Por su sangre fluye arte flamenco bañado en la costa del Levante. Así es María L., una mujer de raza, una mujer de mezcla. Una persona con pasado y futuro y, ante todo, muchas ganas de disfrutar del presente.

Le pregunté:
María, ¿qué es para ti la vida?

Y ella me respondió:
Verás, la vida es la literatura escrita con el alma; recuerdos de infancia, sentimientos de la madurez, recuerdos de los que ya no están con nosotros, de las casas donde vivimos, la amistad, el mar y la naturaleza. La vida son anhelos y sueños, ganas de vivirlos y disfrutar cada día como si fuera el último.

La vida es un regalo que hay que exprimir y explotar. No todo el mundo tiene la oportunidad de vivir en un país libre, como el que nosotros tenemos en estos momentos. Por ello hay que luchar por estar siempre ocupados, con muchas cosas que hacer y muchos amigos a los que poder visitar.

Es bonito ver que pasa el tiempo y continuamos teniendo nuevos lugares en este mundo a los que viajar. La vida es descubrir y aprender. También es encontrarse en una pista de baile y no parar de taconear hasta que a uno le duelan los pies. Sentir el roce del vestido con las piernas al son de la música.

La vida es despertarse en libertad y poder leer libros que antes eran prohibidos. Disfrutar de la buena música y de una agradable puesta de sol. Sentarse en el sofá de casa y hacer que las horas pasen conversando con tus seres queridos. Dormir hasta que uno quiera. La vida es cada momento, por simple que parezca. Cada soplo de aire, cada latido de corazón.

¡La vida es tan bonita, Absurda Cenicienta!


Y tenía razón. Tal vez tengamos que tener más presentes "aquellas pequeñas cosas" porque, a la larga, es lo que da sentido a nuestras vidas.

-Absurda Cenicienta-