domingo, 7 de marzo de 2010

De mayor... quiero ser mujer

8 marzo 2010.

Por mujeres que batallaron para conseguir que hoy en día tengamos derecho a decidir el rumbo de nuestro país. Clara Campoamor es tan sólo un nombre, que se pierde en el inmenso océano de féminas luchando por la justicia.

Por mi pequeña heroína, la joven Mafalda del argentino Quino, que me hace sonreír cuando tengo un mal día. Por ser una feminista en estado puro escondida en la inocencia de una niña.


Por las mujeres que nadan a contracorriente en los países donde es más difícil. Aquellas que no se conforman con llevar un burka que les cubra cada centímetro de su piel. Aquellas que luchan para que sus hijas vivan en libertad.

Por las mujeres que renuncian a parte de su vida para realizarse profesionalmente. Para medirse con aquellos que no creen en ellas. Aquellas que hacen posible que cambien las cifras y cada vez sea menor la diferencia entre mujeres y hombres en las directivas. No me gusta ser pesimista, pero todavía nos queda demasiado por hacer.

Por las mujeres todoterreno. Aquellas que, como mi madre, han sabido sacar adelante una casa, educar a sus hijos y ser una gran profesional. Aquellas que renuncian a sus caprichos para que las nuevas generaciones tengamos más oportunidades. Aquellas que te explican lo importante que es ser una mujer autosuficiente. Aquellas que dejan claro desde un principio a su pareja que la casa y los hijos son cosa de dos y no tan sólo de la mujer.

Por las mujeres que se levantan y, hartas de soportar palizas y malas palabras, deciden dar el paso. Aquellas que denuncian y ayudan a otras mujeres a que salgan del laberinto de la violencia machista.

Por las mujeres que en un pequeño café quieren cambiar el mundo. Aquellas mujeres preciosas e inteligentes que se preocupan por el mundo que les rodea. Porque sé que el mundo puede ser mejor si ellas están allí.

Por mujeres que me hacen creer en el feminismo. Aquellas que me invitan a una quema de sujetadores en cualquier lugar del mundo. Aquellas que me hacen sonreír y tener ganas de luchar creyendo en nosotras. Porque es bonito ser mujer, Ale.

Por mujeres que no opinan como yo y me ayudan a tener los pies en la tierra. Aquellas que hacen que tenga ganas de seguir soñando para contagiarles mi alegría. Aquellas que me hacen entender que en democracias como la nuestra, el fifty fifty es bueno, ¿verdad tronqui?

Por las nuevas leyes que nos hacen ser más libres.
Porque siempre fue bonito romper moldes.
Porque la libertad sabe a chocolate.
A todas ellas… ¡¡FELICIDADES!!

Porque gracias a todas vosotras me quité la máscara un día y decidí que no quería ser una princesa, que prefería ser… Absurda Cenicienta.

2 comentarios:

  1. Felicidades tronqui... yo también soy de las que intentan arreglar el mundo con un café delante, soñando... Y lo conseguiremos!
    Disfruta del día

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  2. bonito tributo a la mujeres, guapa!

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