miércoles, 8 de diciembre de 2010

Caos en el aire.

Hoy es día 8 de diciembre, día de la Purísima o de la Inmaculada Concepción. Para una gran parte de la población tan sólo es un día de fiesta. Y, para la gente más afortunada hoy es el broche final a uno de los puentes más esperados del año. Sin embargo, miles y miles de personas lo recordarán por el caos, las cadenas hoteleras por el desastre y las pérdidas y algunos periodistas por la cantidad de horas en antena, aguardando a ver el siguiente paso.

El viernes por la mañana, la directora de navegación aérea, Carmen Librero, mandó a los controladores aéreos una carta diciéndoles que las 1.670 horas anuales que tienen que trabajar, todas deben de ser de control efectivo. Vamos, que como la mayoría de profesiones, no pueden cobrarlas como horas extras. Por tanto, los controladores pasan de trabajar 1.200 horas anuales y cobrar hasta las 1.670 como extras, a trabajar todas esas como obligatorias. Esto también lo confirmó horas más tarde el decreto aprobado por el Consejo de Ministros.

A partir de entonces comenzó el caos. Los controladores de Barajas pidieron bajas médicas para tener una regulación rate; es decir, dejando al aeropuerto sin operaciones. Sin embargo, era mucho más que eso. Se trataba de una huelga encubierta, ya que los afectados estaban celebrando una asamblea extraordinaria en el hotel Auditórium. Por tanto, se rieron de dos derechos fundamentales de la clase trabajadora: el derecho a huelga y del derecho a una baja por enfermedad. ¿Qué pasaría si ustedes pidieran una baja por enfermedad y su jefe o jefa les encontrara de parranda? Se trata de una mentira que puede comportar una sanción grave, incluso el despido.

No fue una huelga, porque las huelgas deben convocarse con un mínimo de 48 horas y ofrecer unos servicios mínimos. ¡Qué poca vergüenza! En un momento de crisis estatal, con unos sueldos muy superiores a la media española (igual da que sean 150.000 anuales, que 300.000), hagan esto porque les hacen tener reguladas las horas extras, mientras juegan con la ilusión de la gente que se va de vacaciones tras ahorrar mucho y con la esperanza de la gente que viajaba por una causa médica.

Y, desde luego, cara dura no les falta, ya que hicieron todo a través de una baja médica, sin tener la valentía de hacerlo a través de una huelga y perder un día de trabajo, con lo que ello conlleva. Además, cerraron el espacio aéreo a miles de personas, no permitiendo la libre circulación. Y, para más inri, había personas muy enfermas esperando ese trayecto para tener una nueva oportunidad y esperanza.

Por la noche el Gobierno militarizó el aeropuerto y los controladores estaban bajo las órdenes del Ejército. A las 24 horas comenzó a haber servicio, los enfermitos que habían pedido bajas se recuperaron inmediatamente. Y, por ahora, hay más de 400 expedientados.

En mi humilde opinión, creo que toda esta gente tiene que asumir las consecuencias de sus acciones. De haber dejado a la gente sin vacaciones. De hacer que las cadenas hoteleras hayan perdido tantísimo dinero en un puente que se presentaba como esperanzador. De haber dejado a gente sin recibir tratamientos médicos. Por haber chantajeado al país entero.

Absurda Cenicienta.

3 comentarios:

  1. La gente que más tiene es la que más se queja, son unos AFORTUNADOS, sí en mayúsculas porque tienen trabajo y un sueldo (que también me da igual que sean 100.000 que 300.000), y se han reido de todos. Una chica dijo el otro día que si esto servía para que abrieran expedientes o sancionaran a los controladores su viaje estaba bien anulado.

    No entiendo nada...

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  2. Así es Lorenna. Es muy triste y me parece lamentable que intentaran reirse de todo el mundo.

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  3. Por cierto, me gusta mucho este nuevo diseño para el blog :)

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