jueves, 15 de septiembre de 2011

No está muerta, no es noticia

Miedo, tristeza y rabia. Miedo porque sé que este es el mundo en el que voy a tener que pasar el resto de mis días. Tristeza porque los prejuicios y actitudes del pasado siguen presentes en gente joven. Y rabia, cómo no, rabia y repugnancia hacia todas aquellas personas que tan sólo entienden la violencia como vechículo de "comunicación".

Hoy he conocido un nuevo caso de violencia contra la mujer. La víctima de este terrorismo machista es joven y vive a unas manzanas de mi casa. Esta mañana ha recibido varias puñaladas en su cuerpo en presencia de su hijo por parte de su marido. Se encuentra en estado grave, aunque estable.

Conclusión: no es noticia. No interesa porque no está muerta. ¿Hasta qué punto estamos equivocándonos los medios de comunicación en el tratamiento informativo de esta lacra? ¿No es noticia que haya un nuevo caso de violencia contra la mujer? Porque seamos realistas: las víctimas de la violencia machista no son tan sólo las mujeres que desgraciadamente mueren cada año a manos de sus parejas o ex parejas. También son las que sufren humillaciones diarias, las que reciben un mal trato por parte de ellos, las que son controladas, las que soportan gritos y amenazas, las que son tratadas como criadas y, por supuesto, las que reciben golpes. Sí, aunque no estén muertas.

Este es uno de los principales problemas de nuestra sociedad. Cuando se compara con el terrorismo da miedo pero, ¿somos realmente conscientes de la cantidad de mujeres que han fallecido a manos de sus parejas? 500 personas en los últimos diez años, pero más de 700.000 mujeres denuncian malos tratos al AÑO, según datos del Ministerio. ¿Somos conscientes de lo que significa?


Por el peso de esta lacra los y las periodistas tenemos que ser sujetos activos que denunciemos las injusticias y apostemos por defender a las víctimas. Tenemos la obligación moral de elaborar información de servicio para que mujeres que puedan sentirse en la misma situación sepan que existen alternativas y salidas.

Para demostrarles que otro mundo es posible y que es cuestión de tiempo que puedan emprender su camino hacia donde ellas quieran, sin que nadie les imponga absolutamente nada. Porque cada vez estamos mejor formadas, porque somos económicamente independientes, porque...en definitiva, somos personas con nuestra dignidad y no merecemos que ningún hombre ponga su mano encima de nuestro cuerpo a no ser que quiera acariciarlo. Y por supuesto, tampoco podemos consentir ni asumir un machaque pscicológico constante, porque valemos mucho más que eso.

Hoy os dejo una canción que siempre me ha animado y dado fuerzas. Os dejo con Ana belén y su "Hombre al Piano" aquí.

Absurda Cenicienta

No hay comentarios:

Publicar un comentario