miércoles, 26 de enero de 2011

Buen viaje.

Con los años, la experiencia y la madurez vamos construyendo nuestro yo adulto. En este fantástico viaje de autodescubrimiento personal es fácil que tropecemos y nos demos de bruces al chocar con la realidad. Lo importante es levantarse y tener como objetivo continuar el rumbo.

En el panorama actual es difícil encontrar referentes. 'Somos aquel país que cambia CNN+ por un canal de Gran Hermano 24 horas', reza un grupo de Facebook. Hay que sumergirse en lecturas escondidas por la red para encontrar nuevas líneas de comportamiento social. Los grandes clásicos desaparecen de las aulas. Los estudiantes no creen importante conocer fechas clave de acontecimientos históricos que marcaron nuestro presente. No importa lo que digan grandes expertos, ¿qué opina 'la Esteban'? Y, por supuesto, fuera la canción que mueve conciencias...¡arriba Bisbal y Bustamente!

Ante esta triste realidad, ¿dónde queda la cultura? La cultura como elemento de cambio, de acompañamiento individual y crecimiento personal. La cultura como formación esencial de las personas. La cultura como vehículo para adormecer los discursos vacíos. La cultura como vía de salvar las conciencias y el rumbo de la sociedad.

Hace un par de años llegó a mis manos el poema de Kavafis a través de la voz de Lluís Llach. Ese "viatge cap a Ítaca" me sorprendió la primera vez que lo escuché y lo entendí como un viaje compartido. Es lo que tiene el ser humano, que es un ente condenado a sociabilizarse. Por muy independiente que uno crea que es, siempre tiene la necesidad de saber que mantiene unos vínculos con sus familiares, amigos/amigas o pareja.

Sin embargo, después de escucharla unas 200 veces tiene una nueva dimensión para mi. Kavafis y Llach no están hablando de un viaje de dos, sino de un camino individual. Y le pido a Dios que me conceda un camino largo. Pero uno como el del poema, uno lleno de aventuras y conocimiento. Que sean muchas las madrugadas que descubra un puerto que ignoraba y que conozca personas que me enseñen.

Que tenga un viaje bonito y, sin forzar la travesía, consiga un camino largo. El trazado de este camino llevo haciéndolo de manera inconsciente desde hace 22 años. ¡Queda tantísimo por descubrir y aprender...! Y, desde luego, compartir con el resto de viajeros y viajeras.

Pido disculpas a la ministra, pero comparto con vosotros la canción.

Buen viaje,
Absurda Cenicienta

2 comentarios:

  1. Qué reflexiva estás hoy, Absurda... será cosa de la inminencia del fin de curso, de carrera y de etapa. Vámonos de viaje, anda. Y que sea lo que Salazar quiera.

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